Tarde de enamorados
En un rincón del café
nos sentamos a charlar,
y en amorosa tertulia
jugamos a divagar.
Tu pie empujaba a mi pie,
Que yo aparté disciplente
Con fingido menosprecio,
Con talante indiferente.
Y llorabas…
Y aquellas lágrimas eran por mí,
Porque te dije que no te quería…
¡ Es broma, cariño…!
Y reías…
Y aquella risa era por mí,
Porque salpiqué la mesa
Al remover el café,
Mientras te miraba sonreías…
¡Tonto…!dijiste,
Y volviste a reír.
Y hablaste mucho;
La felicidad te hizo locuaz…
Y más hablaban tus ojos…
Y tu sonrisa aún más
Mi cuerpo te deseaba
Mis labios poderte besar…
Tenemos que marcharnos…
Mi mano sobre la tuya
Fue súplica ardiente,
¡ un poco más…!
Y apuramos los minutos
Hasta el minuto fatal.
Te acompañé hasta tu casa,
Y muy a nuestro pesar,
Vimos llegado el momento
De habernos de separar
Un beso dulcemente
Mejor apasionada mente.
Y me dijiste simplemente
¡Hasta el siglo que viene,
Amor! ¡Hasta mañana!
Y tú contestaste:
¡Toda una eternidad….!
Y te tragó la noche
Te envolvió en oscuridad;
Y en la calle, indeciso,
Dudé que rumbo tomar.
Sin tu sonrisa no hay luz,
Oscura esta la ciudad…
¡Devuélveme tu sonrisa,
Para poder regresar…!
Te quiero amor tanto
Cada día un poco mas
Y solo contigo quiero estar
Y hacer nuestros sueños realidad
Francis falcón
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